viernes, 4 de mayo de 2012

EL PORTAFOLIO "HERRAMIENTA PEDAGÓGICA"


Cuando escuché la palabra portafolio inmediatamente tuve una imagen mental de una carpeta dónde se guardan cosas; a partir de ahí, pregunté y me contestaron diferentes cosas que a la larga la gente se imaginaba lo mismo, partiendo del sentido común. Hice la pregunta de qué era un portafolio a mis padres, quienes son docentes, y me contestaron que es una herramienta pedagógica, la cual se utiliza para organizar  información y conocimientos de acuerdo a jerarquías, importancia, tiempo o funcionalidad. También me comentó mi padre que en aula es muy importante tener uno, o varios, y que éstos eran imprescindibles para las evaluaciones de los procesos en el aula. Entonces no quise quedarme sólo con la definición de ellos sino que  a partir de ahí empiezo a cambiar mi idea sobre lo que era un portafolio. El diccionario lo define como una “cartera de mano”, pero en realidad no es sólo de mano; junto con las nuevas tecnologías puede ser una carpeta no física (Tecnológica y/o Electrónica) en dónde se archiva una información específica; Entonces el portafolio no solo se dedica a la acumulación de simples archivos, sino que tiene un fin determinado, si es en el ámbito pedagógico, es una herramienta para mejorar, reflexionar y retroalimentar, y le sirve tanto al que lo hace, como al que lo revisa.

El portafolio debe contener más que sólo una simple recolecta de documentos, además debe poseer una selectiva recolección (que parte de la observación) ya sea hecha por el alumno, por el docente o por otros participantes en el proceso académico, dando respuesta a: conocimientos, progresos, estrategias, herramientas, lúdicas, talleres, entre otros. Para lograr determinados objetivos y que se porte entonces como un “instrumento de aprendizaje”. Para Dapiaggi (2002), Es una estrategia que promueve la creatividad,  destrezas del pensamiento y también estimula a los estudiantes a trabajar en grupo.

La selección de trabajos que constituyen el portafolio se realiza de manera sistemática al construir una secuencia cronológica permitiendo observar, como se mencionó anteriormente, una evolución de conocimientos, habilidades y actitudes del alumno, o del docente en una o más asignaturas. García (2000), plantea que acompañado de una narrativa reflexiva elaborada, por quien lo construye, ésta misma posibilita la comprensión del proceso de aprendizaje del estudiante, pero también del propio docente. Convirtiéndose en una herramienta realmente útil. Últimamente se ha constituido fuertemente como una alternativa para la evaluación. Para los docentes Dapiaggi (2002) menciona que ellos pueden utilizar este procedimiento reuniendo los datos provenientes de su trabajo y crecimiento profesional, agrupados y redactados por ellos mismos con cuidadosa reflexión, compartido con colegas (también con estudiantes) y con posibilidad de ser presentado para la discusión o debate público en ámbitos adecuados (encuentros, jornadas, congresos) para reflexionar sobre las concepciones de la buena enseñanza. La reflexión y el análisis de estos materiales le otorgan al profesor un andamiaje para aprender y teorizar sobre la experiencia. El trabajo con portafolio es una estrategia que contribuye al desarrollo profesional, potencializando el involucramiento de padres de familia. Y además de todo, el portafolio es muy ventajoso cuando se usa como instrumento de investigación.  A manera clara García (2000) y Dapiaggi (2002), dicen que lo principal para que un portafolio sea útil debe de tener: Autoreflexión, Autoevaluación,  Aprendizajes del aprendizaje (French 1992), compromiso de atención y focalización a problemas específicos. 

En cuanto a los tipos de portafolio García 2000 citando que hay dos maneras de hacer portafolio 1. Clasificándolos en necesidades enriqueciendo en la documentación y grado en el que se puedan exhibir. (Danielson ; Abrutun 1999) 2. Luego los clasifica sobre la importancia de producción de los alumnos y las observaciones del docente (Shores; Grace 1998)

A manera de conclusión la herramienta pedagógica del portafolio se ha juntado a través del tiempo para diferentes usos, ya sea por el docente o por los alumnos, con el fin de facilitar la administración eficiente del trabajo, contribuyendo a un mayor aprendizaje significativo para la transformación del conocimiento de tal manera que el estudiante le sea fácil la recuperación y transmisión en su memoria de manera rápida en cualquier situación determinada, y no sólo del conocimiento sino a través de este instrumento el docente puede conocer las actitudes del estudiante (que lo que un estudiante produce es diferente a lo que pueda producir otro, etc.),  para que en un ejercicio posterior pueda reflexionar y retroalimentar su práctica pedagógica para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

TÓMATE TU TIEMPO PARA HACER UNO...

REFERENCIAS.
García, E.  Algunas aplicaciones del portafolio en el ámbito educativo. Chihuahua. México. 2000
Dapiaggi, S. Aplicación del “portafolio educativo” para evaluación. Buenos Aires. Argentina 2002.



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