Bajando por los hombros hay una tensión que me aqueja, me entumece y hasta me pone de mal humor, siguiendo con el corazón, mi presión se acelera, mis úlceras y gastritis trabajan más a millón.
Mi abuela solía decir que si uno hablaba con uno mismo, se decía: "Mi mismo, bájale al estrés, en un punto de jocosidad y realismo, hoy aunque ella no está sigo haciéndolo, trayéndome de manera casi que inmediata los dolores anteriores, y otros como el dolor del cuerpo, en especial mis rodillas. Al caminar deprisa me doy cuenta que mis tobillos se tuercen, o puedo caerme de la misma rapidez y mecanicismo de mis pasos, posteriormente se te hinchan los pies, ya sea por la caída, o puede ser simplemente por el estrés, el cual los doctores prohíben a toda costa.
Estrés una pequeña palabrita que nos invade, diariamente, pues YO les cuento que es más grave de lo que UD. se imagina. Para aquel que no tiene ni idea de lo que puede llegar a provocar, los primeros tres párrafos de este escrito se remiten a mi caso particular de cómo me afectan estas seis letras, pero ¿De qué manera te afectarán? No es solo un boom de los medios, o mentirillas de los médicos de su entidad prestadora de salud, es un problema que nos ha concientizado a comer más sano o a hacer ejercicio, pues no es suficiente.
Para ahorrarte el "click" en nuestro amiguito WIKIPEDIA, el estrés es una respuesta fisiológica adaptativa, aunque suene curios, ya sea por: la evolución, Dios, Buda, las estrellas, etc. como lo quieras llamar nos lo dio para responder ante respuestas de lucha o huida, manteniéndonos alerta poniendo 101% el sistema nervioso, el cardíaco y el muscular. Pero en el tiempo de los computadores, el internet, los smartphones, nuestras respuestas de lucha o huida no son con leones o bestias por conseguir el alimento, a menos que la bestia con la que lucha o le huye son su mujer y su suegra (dejando el humor para otro momento), las respuestas que disparan esos sistemas son variados, de acuerdo con las necesidades que presentes, los más comunes son: las metas en ventas, miedo a perder el trabajo, universidades, y aunque no parezca el miedo al fracaso con la pareja. Con el tiempo estos sistemas unidos con un mal sueño, o escasas horas dedicadas a dormir, se juntan con nuestras ganas de estar bien, y al ver que no se consigue, te salen canas, algunos reaccionan con dolores en el estómago, otros no buscan tener encuentros sexuales con sus parejas y en últimas cáncer.
¿Ves? como decía mi abuela, o la tuya, no es que antes la vida haya sido mejor o peor, sino que la problemática era diferente, el estrés comúnmente es pasado por alto, pero antes de recurrir a las pastillas, laxantes y demás, sólo con el ejercicio de la meditación de unos segundos luego de despertarte (ah te asustaste gordit@) dicen los científicos (no lo digo yo) disminuye los riesgos de sufrir de cáncer; posteriormente, también se ha visto que solo con darle un beso de despedida a tu pareja, rinden mejor las ventas y el desempeño en tu trabajo. Monotonía, discusión, problemas, papeles, gasolina, arriendo, el mercado, la iglesia, la familia, y demás pensamientos son causas de choques de tránsito o de fracaso escolar en los niños pertenecientes a familias en constante conflicto.
"Aish ¡Qué Estrés!" Niño o niña, eso no es un dicho que te altera momentáneamente, ni para decirle a tus padres palabras más, palabras menos, que te dejen en paz, sino algo que te puede enfermar de los pies a la cabeza, eso sí pasa por tus hombros.
Y ya sabes... TÓMATE TU TIEMPO PARA... RELAJARTE Y LEER
No hay comentarios:
Publicar un comentario