"Ahondando en la formación que hemos recibido no es justamente pedagógica ni apta para el consumo pedagógico" (Soto, 2013)
El
proceso de enseñanza y aprendizaje es tan complejo que las investigaciones se
han encargado de mostrarnos los entes, los componentes, los protagonistas, las
condiciones, los resultados buenos, los resultados malos, y demás. En el mundo
(con mayor incidencia en países latinos) se han venido dando a nivel
gubernamental distintas reformas para mejorar la calidad educativa, para hacer
mejores personas, mejores estudiantes y aumentar los estándares para dar mayor
cuenta de que “X” país es excelente –educativamente hablando- me atrevo a decir
que estamos en modo cangrejo, es decir vamos hacia adelante y hacia atrás, echándole
la culpa a los padres, a la comunidad, al sistema, a la tecnología, al gobierno
y hasta los mismos estudiantes.
¿Quiénes
son los primeros en educar? Algunos dirán que los profesores de preescolar o
primarios, otros que las familias y así un sinnúmero de respuestas posibles. Ahora
le corresponde a usted, tómese un tiempo para la reflexión y si desea busque
calculadora: ¿cuántos años tiene? ¿Cuántos años de su vida ha estudiado
formalmente? ¿Cuánto tiempo permaneció en el sistema educativo formal, así no
lo haya culminado? Le resulta familiar la respuesta, pues ahí es donde deseo
aterrizar todas las respuestas posibles son correctas, solo basta tomar la lupa
y detenerse a mirar, estamos en un sistema educativo magistral, donde el
docente es el principal ente para la formación estudiantil, se ha puesto a
investigar ¿quién es el responsable de impartirle sus clases o la de alguno de
sus hijos? Ahondando en la formación que hemos recibido no es justamente
pedagógica ni apta para el consumo pedagógico, tendemos a replicar un modelo
tradicionalista y algo conformes con ello preferimos el facilismo de la
costumbre, aquella que hace que se torne aburrido el estudio, la lectura, el
saber escribir y por supuesto el saber hablar.
Docente
no es lo mismo que ser maestro, no es lo mismo hablar de Alcanos que de
Funciones cuadráticas, ni de mezclas, que de procesos pedagógicos, es un hecho
que el objeto de estudio y praxis es la enseñanza pero es allí donde muchos
pierden el foco y es que la enseñanza guiada hacía un mutuo objetivo que el
estudiante aprenda, con usted de guía, las investigaciones que usted logre
hacer deben ser de campo y por observación, no por sus galardones en revistas
científicas o educativas. ¿Qué ha ocurrido? Sencillamente ser docente sigue
siendo por estatus de facilismo icónico, de tertuliar por un lapso determinado
de tiempo, de fanfarronear con los demás sobe méritos o números de éxito y
fracaso estudiantil. Muchos son docentes porque no les quedó otra opción en la
universidad, porque el gobierno lo paga bien, o porque es un trabajo de medio
tiempo. Es de tiempo completo, más que el de cualquier médico o ingeniero. El
buen docente prepara una clase con objetivos, metas e indicadores.
Mientras
nuestra motivación al llamado docente siga siendo terciario seguiremos
percibiendo la docencia como la que pondrá el pan en mi mesa, la resolución a
nuestros problemas y la consecución en menor tiempo de un estatus entre mi
círculo social.
El cáncer de los maestros son los docentes, y el real problema de la educación radica en que los docentes viven de la docencia y no para ella.
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