¡Eso no es problema mío!, gritó la señora que estaba unos
metros más adelante que yo en una fila en el banco, cuando el cajero de la
misma institución le decía: “Señora, disculpe pero no puedo hacer nada para arreglarle
la situación”. La señora disgustada se va de la oficina, cuando el cajero
empieza a explicarle al supervisor y a los espectadores lo que había sucedido,
todo el mundo se había dado cuenta que era falla de la clienta, quien tenía ya
fama en la sucursal bancaria.
Cuando terminé de hacer mi transacción, salí a tomar el bus
correspondiente a mi siguiente destino. El bus tardó aproximadamente 10 minutos
en pasar, mientras pasaba el tiempo vi
como la basura era la compañía más fraterna del estadio de futbol de mi ciudad,
al norte de ésta, dónde se vieron grandes estrellas del balón pie, observé
también: gente joven tropezándose con
otros mientras hablaban por sus smartphones con otras personas que deben ir
iguales a ellos, una señora bastante mayor y cansada trabajando bajo el sol
inclemente de 32° lidiando con la basura de las calles, vestida de un verde
felicidad, pasaron varios vehículos de servicio público alterando el tránsito y
el fluido peatonal, por último algo aterrador fue ver a dos raperos de buseta gritar
bastante enojados contra el que había sido su público, de esa ruta de dónde se
habían bajado dando a entender que sus esfuerzos por distraerlos habían sido
mal remunerados. Finalmente llegó mi bus, la ruta que esperaba, abordándolo
sentí que estaba más cerca de mi siguiente parada, pero mirando a mi alrededor veo
que no tengo lugar para avanzar, si lograba sobrevivir y pasar del torniquete ya estaría en paz, avanzando en el camino se
bajaron un par de personas, logrando así que yo pudiera ascender por los
escalones de la entrada, me ubiqué en el lado derecho del chofer, quien entabló
una breve conversación conmigo, en unos segundos me dijo que me corriera hacia
atrás, por obvias razones no pude hacerlo, entonces él como pudo tomó las
riendas de la situación, rodándome el torniquete para que yo quedara del otro
lado, al empujarme consiguió el objetivo de su acción, unos minutos después logré correrme y a la vez obtener un asiento,
ya terminaba mi recorrido en el bus, me bajé y me dispuse a entrar en mi
siguiente parada.
Mi destino era la institución educativa a la cual estoy
vinculada, pues, hago parte de la comunidad estudiantil. Me doy cuenta de otras
cosas, actividades y tareas. He llegado a la conclusión que definitivamente la
decencia no pelea con nadie y la ciudad está ávida de cultura (ciudadana) más
que de carnaval e inversiones. Hay que hacer algo, yo me tomé un tiempo para
escribir, ahora TÓMATE TU TIEMPO PARA RELAJARTE Y LEER ....